Descripción
Ascidia solitaria, aunque puede darse en densos agregados, que puede alcanzar una longitud de 12 centímetros por 2 centímetros de diámetro. Su cuerpo tiene forma de saco cilíndrico alargado, aguzándose hacia su parte inferior donde presenta un robusto pedúnculo, esbelto y duro, que en su parte inferior se extiende en una placa de unos 25 milímetros de diámetro fija al sustrato. Su túnica es correosa, corrugada y desigual; normalmente en su parte superior presenta muchas protuberancias redondeadas y cantos irregulares, mientras que en la mitad inferior presenta pliegues longitudinales que se prolongan por el pedúnculo. En su parte superior tiene dos sifones, muy cortos y cercanos entre sí, con 4 lóbulos cada uno de ellos. El color de la túnica puede ser pardo blancuzco, pardo rojizo o amarillento, con 4 rayas longitudinales de color crema o púrpura, alternadas con 4 rayas pálidas, en los sifones.

Hábitat y Biología
Desde el límite inferior de la bajamar hasta los 25 metros de profundidad, en aguas abrigadas colonizando todo tipo de sustrato duro, incluyendo fondos rocosos, piedras, infraestructuras portuarias, cascos de embarcaciones, sobre otros animales sésiles como gorgonias o bivalvos e incluso ocasionalmente sobre algas. Resiste amplias variaciones de salinidad y temperatura. Como forma de defenderse de sus depredadores segregan ácido sulfúrico y acumulan vanadio, un metal pesado tóxico.

Especies semejantes
Su forma pedunculada, tacto correoso y túnica gruesa y arrugada, la hacen fácilmente reconocible, aunque a veces estas características pueden quedar enmascaradas al estar frecuentemente recubierta por otros organismos como algas, esponjas, hidrozoos, briozoos e incluso otras ascidias, solitarias y coloniales.

Distribución
En Europa está presente en toda la costa atlántica.

Curiosidades
El nombre de la especie, clava, es un epíteto latino que significa "maza", "porra", "garrote", refiriéndose a su aspecto. 

Es una especie exótica, originaria del pacífico, e introducida en las aguas europeas por los barcos, bien en sus cascos o en el agua de sus tanques de lastre.