Mercenaria mercenaria

Descripción
Bivalvo de concha extremadamente gruesa y pesada, de contorno triangular a semiovalado, equivalva, que puede llegar a alcanzar los 12 centímetros de largo. Sus valvas son inequilaterales, al presentar unos elevados umbos desplazados hacia la parte anterior, y están esculpidas externamente por numerosas líneas concéntricas elevadas dispuestas paralelas al borde externo, y por claras etapas de crecimiento. La charnela presenta tres distintivos dientes cardinales en cada valva, además de una zona áspera, a modo de diente, detrás de los umbos e inmediatamente debajo del ligamento. El ligamento es externo y tiene forma de banda elíptica de color café oscuro, está insertado profundamente por detrás de los umbos y alcanza la mitad del margen posterior de la concha. La lúnula está bien definida, es amplia y tiene forma de corazón. Los bordes internos de las valvas son crenulados. Las valvas son de color de color marrón claro a grisáceo con el borde violáceo por su parte externa, y blanco brillante con un tinte azul violáceo rodeando las cicatrices musculares por su parte interna.

Hábitat y Biología
Desde el intermareal hasta los 10 metros de profundidad, enterrada profundamente en fondos de arena fina fangosa. Habita en bahías y estuarios, donde es capaz de soportar amplias variaciones tanto de temperatura como de salinidad. Puede llegar a alcanzar una longevidad de 38 años. 

Especies semejantes
Mercenaria campechiensis (Gmelin, 1791), su área de distribución es el golfo de México, alcanza un tamaño ligeramente mayor, sus valvas no presentan coloración purpúrea en su interior y en la superficie externa de sus valvas en la zona cercana al umbo no tiene áreas lisas.

Distribución
En aguas europeas se considera una especie exótica y su distribución abarca desde las islas británicas hasta el Mediterráneo occidental.

Curiosidades
Es una especie exótica en nuestras aguas, cuya distribución natural abarca desde el golfo de San Lorenzo (Canadá) hasta el golfo de México. En las costas europeas fue introducida voluntariamente durante el siglo XX para su cultivo, primero en Inglaterra y posteriormente en la Bretaña francesa. A mediados finales del siglo XX se intentó su cultivo en el Mediterráneo, en las costas de Francia, Italia y Sicilia. Los ejemplares encontrados en nuestras aguas posiblemente fuesen introducidos accidentalmente en partidas de moluscos para su depuración o cultivo.